Los niños pueden beneficiarse de la terapia psicológica en tanto que les facilita herramientas para resolver dificultades actuales a la vez que les proporciona una base para enfrentarse a eventos que pudieran aparecer en etapas posteriores.
Los psicólogos infantiles trabajan con los niños para identificar y ayudar a resolver aquello que les causa problemas emocionales o de comportamiento. Según las etapas evolutivas, los niños se enfrentan a desafíos que pueden requerir la ayuda de una psicóloga infantil: ansiedad de separación, integración en el colegio, dificultades generales del desarrollo (trastornos del espectro autista), en la primera infancia. Integración escolar con el grupo de pares, dificultades de aprendizaje, problemas de comportamiento, hiperactividad, déficit de atención, acoso escolar, miedos, ansiedad y depresión a partir de los 7- 8 años.
Además, los psicólogos pueden ayudar a los niños a superar miedos, traumas tales como la muerte de un ser querido, y otras experiencias personales que afectan a su salud mental y emocional.
Los contenidos se adaptan a la edad del niño, ya que la capacidad de analizar los problemas de forma verbal no aparece hasta la 2ª infancia (7/ 8 años). Es por eso frecuente el uso del juego, el arte, o la música.
El proceso incluye al menos una entrevista con los padres y unas entrevistas de valoración para acordar los objetivos de intervención con los padres y el niño(a). Tras este acuerdo se llevarán a cabo sesiones periódicas (según la temporalidad acordada), que pueden oscilar entre 20 y 45 minutos, según la edad y capacidad atencional del niño(a).